Vendrá un centro / El perfume de las cosas: dos poemarios desde San Martín de los Andes

Rafael Urretabizkaya, Vendrá un centro, Espacio Hudson/Legislatura Provincia del Neuquén, Espacio Hudson, Rada Tilly, 2018.

Cristina Venturini, El perfume de las cosas, Espacio Hudson/Legislatura Provincia del Neuquén, Espacio Hudson, Rada Tilly, 2018.

vendra venturini

La Biblioteca Ambulante El árbol de lilas ha catalogado recientemente trece ejemplares de Vendrá un centro, de Rafael Urretabizkaya y trece ejemplares de El perfume de las cosas, de Cristina Venturini, sumatoria que arroja como resultado veintiséis libros de poesía de dos poetas sanmartinenses en nuestro Centro de Documentación. La novedad constituye un dato que incrementa la potencia de esta biblioteca viva, que no cesa de enriquecerse con el ingreso de producciones locales, poesía patagónica, en la que no dejamos de adivinar “ese paisaje abrupto de barrancas” (El perfume…, p. 36).

Ambos volúmenes constituyen antologías de la inagotable producción de cada poeta. El perfume de las cosas incluye, por ejemplo, “Jaguar de abril”, poema que da nombre al monumental Jaguar de abril (Delta Editora, 2014); incluye, además, poemas que forman parte al mismo tiempo de Estación Limay, título al que ya hemos hecho referencia. Incluso, poemas de la autora en otras antologías, como Mujeres al Sur, (Ediciones de La Grieta, 2016) y Olvido que la marcha tiene música. Cuatro poetas de San Martín de los Andes (Ediciones de La Grieta, 2014). ¿Qué palabra de este mundo designará certeramente a la poeta cuyo último poemario consiste en una antología de antologías? Como en un juego de “Ajedrez”, la poeta ha adquirido la certeza de que “el mundo no termina en esta mesa” (El perfume, p. 42), y lo enuncia con la fuerza, diríamos el ímpetu de “una sentencia que late con nosotros” (p. 35).

Vendrá un centro, por su parte , nos ubica desde su título en la consolidada tradición del poeta vidente: Urretabizkaya sabe que el centro vendrá, está al acecho, ejecuta una espera que es movimiento eterno; recibir un centro pertenece a aquella clase de “cosas que suceden / solamente / cuando estamos despiertos” (p. 58); situaciones semejantes a las que vive el pajarito porfiado del poema incluido en el Informe sobre aves y otras cosas que vuelan, circunstancias que “insiste[n] de manera especial”.

De María Cristina Venturini y de Rafael Urretabizkaya nuestro Centro de Documentación ya cuenta con otros poemarios, ; pueden consultarse tanto en el fondo de biblioteca como en la Biblioteca Ambulante Árbol de Lilas. De la primera, además del ya mencionado Jaguar de abril, y de la ya mencionada antología Mujeres al sur, contamos con Orcalumis. Del segundo, puede consultarse Carlito el carnicero, sus novelas Aimé y La ruina. Y como si fuera poco, de ambos poetas, una edición en conjunto, que data del año 2007 (Campaña Nacional de Lectura, Ministerio de Educación). Su título: Teresa / Orcalumis.

Vendrá un centro y El perfume de las cosas: poesía que prolifera, poemas que caen “como maná del cielo” (Vendrá…, p. 65). Venturini y Urretabizkaya, poetas que no ignoran “cuántas generaciones nos preceden en esta epifanía” (El perfume…, p. 43), poetas de una región literaria en la que “hacer lugar para otro más será un idioma” (Vendrá…, p. 52).

 

Pablo Iglesias

 

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